Un cuaderno que imagino en mi cabeza y que pienso y repienso como una película que empieza y termina y vuelve a empezar. Que se materializa muy de a poco y con la sutileza de mis manos. Que me enseña a ir despacio porque cada detalle cuenta.
Un cuaderno que es tiempo fundido en arte, un ritual antiquísimo de puro oficio y entrega.
Cuando empiezo a encuadernar, me gusta pensar que detrás de todo lo que hago hay una intención, un faro: cada cuaderno existe para algo y para alguien.
En Anapola he combinado mis pasiones en cuadernos, diarios y planificadores. Algunos te ayudarán a organizar tus objetivos, otros serán espacios sagrados para atesorar tus raíces, para conectar con vos, con tu arte o para dejar fluir lo que sientas en sus páginas en blanco.
Son cuadernos patagónicos y artesanales, hechos 100% a mano y pensados con el corazón.
Te invito a que me conozcas,
Ana